El secado de pelo en perros

En primer lugar, y tras realizar el último aclarado con el agua, el primer acercamiento al secado debe ser con una toalla. La toalla nos ayudara a quitar la mayor parte del agua. No hay que tener prisa. Recorre todas las partes del cuerpo de tu peludo con ella. Usa una toalla que no sea muy áspera y que cubra casi todo el cuerpo, así te será más fácil esta primera parte.

En el caso de los perros de pelo largo evita usar la toalla haciendo círculos sobre él. El motivo es más que nada para evitar los remolinos.

Una vez que el pelo no gotee y solo esté húmedo, toca usar el secador. Como ya imaginaras a algunos perros no les hace mucha gracia este aparato. Primero por el ruido y segundo por la temperatura del aire. Lo más importante es acostumbrarlo poco a poco y que haya una relación correcta entre ambos.

A la hora de usar el secador hay que intentar no acercarlo demasiado al cuerpo de tu mascota. Esto es porque al tener una temperatura corporal superior, lo notan mucho más. Por otro lado, la técnica idónea a seguir con el secador es la siguiente: no debemos apuntar directamente al cuerpo sin más. Debemos dar giros de muñeca con el secador de dentro hacia fuera. Es decir, esto tiene como objetivo el expulsar el agua de manera más eficiente que si solo apuntamos directamente al pelaje. Así las gotas de agua que queden se irán más rápidamente.